Si disfrutas de caminar rodeado de naturaleza, puedes hacerlo en Guanacaste y subir a las montañas del Parque Nacional Rincón de la Vieja. Esta es mi recomendación número uno para que puedes disfrutar de cataratas, bosque, aguas termales y una experiencia única en su tipo.
Cuando el bosque de Guanacaste comienza a secarse y los animales buscan otras zonas más altas para pasar la sequía, es el momento perfecto para visitar el Sector de Santa María en el Parque Nacional Rincón de la Vieja. Un lugar de basta naturaleza, con senderos de fácil acceso y muchas quebradas de aguas cristalinas.
Comenzamos la mañana en Liberia Guanacaste y, después de un rico desayuno en uno de los restaurantes del lugar, comenzamos el ascenso al parque. En realidad fue muy fácil llegar, y no necesitamos ni siquiera encender el GPS, ya que todo el camino tenía rotulación oficial por parte dle Ministerio de Obras Públicas de Costa Rica que indicaban la ruta a seguir desde el centro de esta localidad Guanacasteca.
El camino, pese a que en muchos sectores no era asfaltado, si mantuvo un buen estado durante todo el recorrido (incluso nosotros fuimos en automóvil).
Fue increíble atravesar ese primer sector del recorrido y ver un bosque tan seco que pareciera que estabamos en el Desierto de Sonora; admito que en mis muchos años viviendo y viajando por Costa Rica, nunca había visto un paisaje como este.
Sin embargo, entre más subíamos, más naturaleza se lograba ver (incluso antes de llegar, había un operativo policial en el revisaban que no se sustrajera vida silvestre del parque).
Al ingresar, los guardaparques nos mostraron un mapa de los senderos y nos recomendaron algunos lugares que debíamos visitar y después de unos minutos de charla, nos enrrumbamos a la aventura.
Los senderos del lugar están bien trazados y es difícil perderse. Son un recorrido sencillo que cualquier persona podría realizar y además, una experiencia majestuosa de adentrarse en la naturaleza del bosque seco. A los pocos minutos de caminar, llegamos a la Catarata de Bosque Encantado.
Para explicar un poco más a fondo, la catarata es una roca gigante, la cual es regada por dos chorros de agua pura y cristalina, cubierta por un extenso bosque que filtra los rayos de sol de una forma tan única, que aparentan ser focos que iluminan solo algunos sectores del paisaje.
El agua del lugar es muy fría pero también sumamente transparente y aunque nos invitaba a sumergirnos en cualquier espacio que encontráramos en el río, nuestra meta era llegar a las aguas termales del lugar (que fue la recomendación del guardaparques) por lo que nos decidimos a seguir con nuestra caminata por los senderos.
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Caminamos alrededor de kilómetro y medio más entre la montaña, mientras notábamos cambios muy marcados en la naturaleza, tipos muy diferentes de árboles y vegetación, como si al caminar 100 metros pasáramos de un bosque a otro y con ello, cientos de mariposas que salían entre los matorrales. Sin duda, la más impresionante fue la Morpho Azul, que al volar, sus alas azules reflejaban destellos luminosos de sol; sin duda un espectáculo impresionante.
Poco después, llegamos al río del que emergen las nacientes de agua caliente, provenientes de "venas volcánicas"; y al instante notamos un peculiar olor a huevo, por causa de la gran cantidad de azufre que hay en el lugar. Las piscinas naturales, que la gente ha levantado en el río, proporcionan un lugar tranquilo para sumergirse en las aguas termales; así, de esta manera, podemos ponernos cómodos y ver la naturaleza y vida silvestre alrededor del lugar. Nos sorprendimos mucho cuando vimos llegar una iguana bastante grande hasta los pies de unas personas sentadas en la orilla, es como si estuviera acostumbrada a relacionarse con los turistas.
También, en el lugar hay vetas de arcilla, que se han mezclado naturalmente con el azufre y otros elementos del lugar y que los turistas pueden aplicarse como si se tratase de una mascarilla natural que deja la piel tersa y suave.
En fin, Rincón de la Vieja es un lugar mágico, de fácil acceso y sumamente accesible para el bolsillo, para ir desde bien tempranito y pasar un día muy a gusto rodeado de la naturaleza en el sector de Guanacaste.
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